Este es un fragmento de un cuento que estoy escribiendo, y parte de lo que pasa, pasa en un foro. Es interesante pegar este fragmento ya que tiene que ver con esto que estamos haciendo ahora. Bloggear.
Tecleaba alucinado durante noches enteras, encerrado en el escritorio, con torres de vasitos de café. Sentía los murmullos de mi familia a mis espaldas. Me imaginaba caminando en esa ciudad abstracta, como un mapa moviente de ceros y unos. No nos conocíamos y no nos conoceríamos nunca, no había sexo ni edad ni nombres propios entre nosotros. Pero éramos amigos, amigos en el pleno sentido de la palabra. ¿Hubiera organizado un asado para ellos? Sí. ¿Me hubiera encontrado en un bar a emborracharme hasta que el amanecer diluyera las estrellas? Sí. Algo nos unía. Una crepitación interior, una nostalgia indeterminada.
Cada vez que me conectaba, las palabras se transformaban en armas. Había lanzas certeras que podían partir en dos una mosca, y granadas con amplio poder destructivo. Antes de dormirme, o ya entrando en el sueño, podía sentir las parábolas de fuego cruzar el espacio. La concentración del poder estaba en la agudeza de las ideas y las opiniones, en la capacidad de generar polémica y respuestas encendidas. Siempre pensé que mi rol era secundario y remoto, como un dios imperfecto, que no tiene control sobre sus criaturas ni devotos, pero al que todos dan de comer. Y yo comía. Comía y crecía como una larva. Por lo demás, mis intervenciones eran esporádicas, más que nada para corregir una cita o un hecho histórico.
Hasta que un día todo se acabó. Sin previo aviso, el editor del site clausuró el foro aduciendo que la finalidad de esos encuentros se había desvirtuado. ¿Qué podía saber él? En vano, saturé su casilla de contacto con amenazas e insultos porque no hubo respuesta. Fue un golpe duro y bajo, que hacía casi imposible la reorganización. Debido a las reservas de identidad, estábamos condenados a vagar por la red sin encontrarnos. Qué frágil, pensé, puede ser una comunidad humana.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
6 comments:
Re interesante esto. De hecho, hace varios días que no paro de pensar en mi relación con el blog y en otras relaciones cybernéticas que mantengo por msn. Previa reflexión sobre el tema y luego de leer este post, tuve la sensación de que una de la distinción "virtual vs. real" es una falacia cuando de relaciones humanas se trata. Lo virtual no es menos real por ser menos corpóreo -por las dudas no nos metamos mucho con el tema de qué es real y qué no, siglos de discusiones ontológicas... Me pareció que en esto que escribiste, de alguna manera, aparece esa idea. Pero quizás me equivoco; vos, que sos el autor, me dirás si entendí algo o si estoy mandando fruta :)
Sin querer entrar en ontología, no tengo dudas de que la humanidad del contacto puede ser mucho mayor por vías electrónicas que palpables. O sea, no depende del medio, si no de quién está del otro lado, sea un una charla de msn, telefónica o en persona.
El problema de los medios electrónicos es cuando entra en juego la ficción al no saber demasiado quién está del otro lado.
Ficción del que dice "soy tal" y ficción del que lee y no tiene muchas referencias para sujetar su imaginación.
Y el otro problema es cuando esos conocidos desconocidos son tan valorados por esa cercanía ficticia y por la incapacidad de establecer relaciones de las otras.
Y ahí es donde se llega, creo yo, a la situación patológica del cuento.
Va... qué dice el autor?
Estaría bueno, desde ese punto de vista, entrelazar la patología psicológica lentamente en el relato, cosa que puede decirse, estás haciendo.
Me fui a la mierda.
Esto es sólo un fragmento del cuento, bastante secundario. Pero bueno, hablando de esto, sin duda, está el dilema de la comunidad humana, ¿hay comunidad en un foro interactivo donde en realidad nadie se conoce? ¿hay comunicación si uno se hace pasar por otra persona? ¿somos más o menos solitarios si estamos internet comunicándonos sin vernos? Ohhhhhhhhhhhhh... Lo interesante es no cerrarlo.
Hay comunicación, sana o patológica, igual que en cualquier comunidad humana, creo.
El tema es que la presencia es complementaria a las personas que se comunican y eso el foro no lo tiene.
Dale con la trama psicológica! Por tus lectores!!!! El contraste entre el chatero psyco y el necesitado aislado y el normal que simplemente encuentra una forma más de interacción en la net...
Te lo escribo yo? (vos después le metés estilo).
Lo de la comunidad virtual y otras yerbas... un poco me da miedo.
"Qué Fragil, pensé, puede ser una comunidad humana"
Ud. me conmueve
saludos
Post a Comment